martes, 10 de junio de 2008

Nuestros Jóvenes y la Sociedad Actual.

Podría parecer cursi o reiterativo o intrascendente, tratar un tema, que a decir verdad, ya lo han tratado hasta la saciedad. Sin embargo nada será reiterativo, ni cursi, ni intrascendente, cuando de nuestros jóvenes se trate.

Viendo las cosas desde un mirador razonable, pedagógico, científico y social: Aun hay mucho por analizar, por corregir, por entender y por superar.

Toda vez que se habla de jóvenes, por cuestiones de nuestra sociedad nos parapetamos dentro del margen indiscutible que se ha construido entre los quince y los veintitrés años; científica y socialmente, los seres humanos somos jóvenes hasta frisar los cuarenta años.

La demarcación cronológica, para poder analizar qué es lo que sucede física y emocionalmente antes y después de la edad primariamente joven, se hace necesaria. Sólo así podrá entenderse "el extraño mundo de los problemas sociales pre y post juveniles".

Siendo el hogar, la célula fundamental del organismo social, será nuestro punto de partida. En él, desde que el ser humano viene al mundo, se irán dando las pautas de interactuación y socialización del hombre y la mujer.

Es la imitación uno de los principales factores del aprendizaje del ser humano, la conducta y el comportamiento de los adultos, será determinante en la formación de los niños. Por lo tanto, las formas de ser y actuar de los padres de familia, serán imitadas por sus menores hijos.

Muchas culturas, comparan la formación y crianza de los seres humanos, con el cuidado de las plantas. Una planta que carece de libertad en su follaje, que padece de una buena alimentación de abonos, que no tiene el riego oportuno y necesario, será irremediablemente una planta atrofiada y deforme. Así sucede con todos y cada uno de nuestros niños y jóvenes.

Se podrá decir que esto no es nada nuevo, que ya se sabe, pero ¿hemos hecho conciencia de ésta realidad? Sin temor a equivocarnos podemos decir que en muchos hogares: NO.

Por razones profesionales, vivo permanentemente en contacto y rodeado por cientos de niños y jóvenes que me enseñan con pasmosa evidencia, que lo antes dicho es terriblemente cierto.

Cuando acuden a mí toda vez que tienen un conflicto, puedo percibir el desasosiego y la confusión de no poder tener en casa "los oídos" que buscan para que se les escuche, el abrazo solidario que conforte y aliente, la mano amiga que apoye y guie. Es un latente estado de zozobra que nos lleva irremediablemente al mismo punto de partida: EL HOGAR, siempre el hogar. Aquí surgen los problemas derivados: Amigos inadecuados, ansia de seguridad, angustia permanente, prematuro desarrollo sexual, inestabilidad emocional, paternidad y maternidad juvenil e irresponsable, drogodependencia, etc.

La germinación del problema empieza a muy tierna edad, durante el período pre escolar y se prolonga, desde esa tierna etapa hasta la que denominamos edad mayor. La experiencia nos ha enseñado que los "pequeños problemas" van creciendo en el tiempo hasta convertirse en "grandes problemas". Persona y problema crecen paralelamente y los podemos observar en las acciones personales, los gestos, los hábitos, las frustraciones, los complejos, etc.

El gran cúmulo problemático, empuja a los jóvenes a realizar actos que la sociedad en la que están inmersos califica de "conflictos emocionales", "inconformismos", "estados de inmadurez", "rebeldes sin causa", "hippies post guerra", "emos", "hijos de las catacumbas" etc., etc.

Si de alguna inconformidad debiéramos hablar, ésta se referirá indiscutiblemente, al de no tener dentro de su hogar y dentro de su sociedad, quien los escuche, quien los guie, quien los oriente, quien "los lleve de la mano".

Tiempos de inconformismo, dicen algunos sociólogos.

Tiempos de ANSIEDAD diremos nosotros.

Ansias de creer que el tiempo no alcanza, que las horas son más cortas, que los días pasan volando, que no hay tiempo para nada, que el trabajo no deja respiro, que el jefe te tiene entre ojos. ¡Cuánto error hay en todo esto! Lo peor de todo es que los estados ansiosos también se imitan y se aprenden y se corrigen y se aumentan y son caóticos.

Y aquí es donde se quiere dar un remedio para revertir el problema. Para que no se sienta la presión y la angustia, se decide ser complacientes y generosos o, por el contrario, se asume una actitud radical y negativa. O se les da todo lo que piden o no se les da absolutamente nada: dos extremos altamente inconvenientes, no se reconocen términos de diálogo o de interés por el otro. Darse la mano entre padres e hijos, ya pasó de moda; sentarse a conversar es para tías; interesarse en lo que les pasa a los chicos es muy difícil y quita tiempo; no hablo con el porque le toca al papá por ser hombre; que la mamá se encargue de ella, entre mujeres se entienden; la semana que viene le toca estar con su papá, el verá el problema; etc., etc., etc.

La reacción oportuna de reconocernos necesarios para la formación de nuestros niños y jóvenes, permitirá que podamos ser parte de ellos, sus "amigos grandes", sus "cómplices", "sus chocheras" y así podremos ocupar un espacio dentro de su desarrollo social y ser ejes esenciales de su desarrollo y aprendizaje convirtiéndonos en ejemplos dignos de imitar, en guías con mérito a seguir y en los mejores amigos con los que se pueda contar en el mejor o peor momento que nos necesiten. El tiempo que les demos, será precioso y él se encargará de decirnos si fuimos por el camino correcto. Mabp/2008.

1 comentario:

Paloma Valdivia dijo...

Es un gusto leer este, pues refuerza una de las ideas mas importantes en esta sociedad en cuestion de evolución. Sí, todo cambio se viene dando en cortos tiempo con proyección a ir aumento. Entramos en una espiral de insatisfacción e inmediatismo muy fuertes, donde buscamos saber más y saberlo al momento, el éxito de muchos será saberlo antes que otros(entiéndase cualquier tema). Es por ello que los jóvenes deben tener claro que todo este acceso a la información y a la comunicación debe realizarse a partir de sus propias necesidades, que a su vez deben estar basandas en un conocimiento de mi mismo, si el problema de ahora, el de la autoestima.
Sin embargo, el echo de ir ya opinando, publicando nos expone a replantearnos y reforzar este tema de manera conciente o inconciente, nos lleva a hacer una mirada interna.
De no tener un tiempo par adisfrutar lo que aprendemos y los que compartimos nuenca estaremso satisfechos, nunca será suficiente y eso calará profundamente en nuestro yo. Por eso en mi msg dice ¡¡ALTO!!vive con calma. Consejo que leo cada vez que entro al internet, para yo misma calmarme. Gracias por permitirnos compartir estas reflexiones Miguel, y poner post de temas tan actuales e interesantes. Es Importantísimos reafirmar que si bien usamos una PC los que sociabilizamos somos humanos y aunque sea otro entorno, somos nosotros mismo, no máquinas devoradoras.