martes, 19 de agosto de 2008

Más Amistad y Gracias.

Siendo éste uno de los valores más trascendentes del ser humano, es bueno alimentarlo de vez en cuando con algunas frases que permiten consolidarlo en nuestras vidas. Aquí tengo algunas que rescato para todos los que me visitan:


La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea.

Alberto Moravia (1907-1990) Alberto Pincherle. Escritor italiano.

Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano.

Demetrio de Falero (350 AC-280 AC) Orador, filósofo y gobernante ateniense.

La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.

Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.

La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.

Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.

Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a tu alma con ganchos de acero.

William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico.

Confío en que me sigan regalando con su amistad, alimentándome con sus buenos comentarios. Gracias a todos mis grandes amigos por su apoyo permanente: Sebastián, Carla, Fer, Antonio, Ximena, Xavi, Temístocles, Karl, María Mercedes, Begogna, a todos, a Juan José, Ceci, Mariella, a todos gracias por todo, ustedes son el mejor premio que puedo recibir. Los que no menciono, no es por haberlos olvidado, es porque los llevo guardados en ese estuche que se llama corazón.

lunes, 11 de agosto de 2008

El
valor
de la
COMUNICACIÓN
para crecer en
AMISTAD

En cierta ocasión leí que recibir mensajes vía e-mail era bueno para mejorar nuestro estado de ánimo.

En los últimos años he tenido el privilegio de conocer personas fantásticas que entran en mi vida en los momentos más inesperados, trayendo mensajes de optimismo, de calidad, de vida, de humor, de reflexión.

Casi todos los días recibo e-mail de personas de buena voluntad, personas que se han tornado importantes en mi vida y que a veces estas personas están a miles de kilómetros.

Estoy impresionado de conocer personas con disposición y disponibilidad para ser generosas, afectivas, enviándome mensajes que me reconfortan, ayudan e incentivan.

A los que no les gusta la computadora, es porque no descubrieron las posibilidades que les puede proporcionar.

Seguramente me dirán que no se puede sustituir por un abrazo. Es cierto.

Pero les puedo decir que en los últimos años yo me he sentido abrazado constantemente.

A las personas que me envían poemas, música, humor, fotos...los llaman amigos virtuales.

Entonces tengo que decirles que estas personas de virtuales no tienen nada pues ponen en forma de mensaje y de manera palpable su afecto.

¿Dónde podrías imaginar una cosa así?

En todo este tiempo, algunas personas sólo me han enviado algún mensaje ocasionalmente, otras, se mantienen constantes y no sólo forman parte de mi agenda de direcciones de mi correo electrónico. Confieso que ocupan también un lugar preferente en mi corazón.

Estoy pendiente de los mensajes como un adolescente esperando a mis amigos. Para algunas cosas, no deberíamos crecer nunca.

Lógicamente, como todo en la vida, hay que saber hacer uso de esta otra forma de relacionarnos. No debemos renunciar al contacto físico, pero a veces la falta de tiempo y la distancia hacen de este medio, una forma eficaz de mantener el contacto con la gente que verdaderamente nos importa.

Lo inesperado de ser sorprendidos con un mensaje cariñoso que viene cargado de afecto, causa una verdadera corriente positiva, la cual puede, en muchos momentos, ser terapéutica.

En un momento determinado, el mensaje parece estar hecho a propósito para un mal momento por el que estemos pasando, puedes tener la certeza, que cuando menos lo esperes te llegará esa imagen, esa música o esas palabras que te harán sentir mejor.

Muchas veces uno espera recibir algún mensaje amigo y de repente, está el mensaje que tanto esperaba.

También podrás decir que recibimos mucha basura, pero, ¿esto también acaso no pasa en la vida real? El truco está en filtrar y quedarse sólo con lo positivo.

Nuestra tarea es hacer una selección de lo que es bueno. De lo que nos puede hacer crecer como personas, de lo que nos puede hacer pensar, reflexionar, sentir, estar vivos, amar, saber que estamos de paso, que no cuesta nada hacer feliz al prójimo y a nosotros mismos.

Estas personas pasarán a tener un espacio garantizado en mi vida. Algunas veces resultará difícil responder a todos en el tiempo que uno quiere. Pero, estoy convencido que merece la pena dedicar parte de nuestro tiempo para repartir cariño, sólo con los simples comandos de "Enviar" o "Reenviar".

Que continúe la comunicación más y más y así seguiremos manteniendo y ganando amigos, más y más.

martes, 5 de agosto de 2008

Una historia de lucha y valor

Mario Capecchi es genetista molecular.

Es ítalo estadounidense. Ganó el Premio Nobel de Medicina en 2007 junto a sus colegas Oliver Smithies y Martin Evans.

Fueron premiados por sus trabajos pioneros en el campo de la manipulación genética de animales con la intención de 'imitar' modelos de enfermedades humanas como el cáncer o la fibrosis quística.

El nos narra esta historia:

- "Tengo 71 años: cuanto más estudio, menos sé y más me divierto. Nací en Verona. La mía es una larga historia. Todo comienza durante la Gran Guerra.

Mi primer recuerdo es cuando vivíamos en los Alpes tiroleses y la Gestapo vino a buscar a mi madre. Yo tenía tres años y medio.

Mi madre, Lucy Ramberg, se enamoró de un aviador italiano: mi padre, Mario Capecchi. Pero luego tuvo que criarme sola. Mamá era una poetisa, una intelectual anti nazi y presentía que iban a ir por ella.

Por eso vendió todo lo que tenía y les dio el dinero a unos granjeros del Tirol para que cuidaran de mí por si algún día a ella le pasaba alguna cosa.

Mamá acabó en un campo de concentración. Los granjeros me cuidaron unos meses, pero un día el dinero de mamá... desapareció. No sé... Algo pasó y..., bueno, yo acabé en la calle...

¡Dios mío! ¡Si sólo tenía cuatro años! Sí, cuatro y medio, y después estuve hasta los nueve años sobreviviendo en las calles con una pandilla de chiquillos. Éramos un grupo de críos y robábamos en pandilla para poder comer por toda la Italia de posguerra. Recuerdo que siempre tenía hambre. Al final me internaron en un hospital en el sur de Verona donde luché contra la fiebre tifoidea que me provocó la malnutrición, desnudo en una cama, durante un año".

En 1945 su madre fue finalmente liberada de Dachau y luego de 18 meses de búsqueda, finalmente lo encontró. Lucy fue liberada el día en que Mario cumplió nueve años.

-"Le costó dos años encontrarme en aquella pandilla de delincuentes: habíamos salido del Tirol y acabamos en Calabria. Y mamá decidió que nos fuéramos a América, porque ella tenía allí un hermano. Fuimos a Filadelfia.

No aprendí a leer hasta los 13 años, pero entonces ya sabía todo sobre la vida: me las había ingeniado para sobrevivir. Y luego seguí estudiando…progresando…

¡La ciencia de la calle!

Siempre he pensado que lo que aprendí entonces con aquellos ladronzuelos, me sirvió después como investigador: una cierta intuición del porvenir...

En la calle aprendí a confiar en mí. Yo estaba solo. Creo que mi trabajo de hoy como científico está vinculado a esa etapa. Mi mente era mi entretenimiento. Todo el tiempo desarrollaba planes que luego tenía que cumplir…

Yo les enseño a mis alumnos a ser pacientes.

Les digo que en vez de pasar tanto tiempo pensando en algo, es mucho mejor, ir y hacerlo. No hay que darle tanta vuelta. Hay que empezar por algo. Pero para eso hay que tener un plan. Una idea de hacia dónde uno quiere ir. Y desearlo mucho.

Ahora hay como una sensación de que la gratificación tiene que ser inmediata. La gratificación es algo que lleva mucho tiempo, esfuerzo, dedicación y paciencia. Y por eso, es gratificante cuando llega".

Capecchi siempre sonríe. Dejó atrás una infancia dura. Todo lo que le fue adverso le sirvió para crecer.


 


 

lunes, 4 de agosto de 2008

Libertad

Me escriben consultando de qué manera se puede entender mejor el valor de la Libertad y recuerdo haber leído "El Esclavo" de Francisco Ángel Real por lo que me tomo el atrevimiento de reproducir el siguiente texto:

¿Tú de qué eres esclavo?

¿De las heridas que recibiste cuando eras pequeño?, ¿de tus traumas de la infancia?, ¿de lo que alguien más decidió que fueras?, ¿de una relación que no te satisface?, ¿de un trabajo que no disfrutas?, ¿de la rutina de tu vida?

¡Ya libérate! ¡Tira ya ese costal que llevas en la espalda en el guarda el resentimiento, el rencor y la culpa. Deja ya de culpar a otros y a tu pasado por lo que no marcha bien en tu vida. Cada día tienes la oportunidad de empezar otra vez. Cada mañana, al abrir los ojos, naces de nuevo, recibes otra oportunidad para cambiar lo que no te gusta y para mejorar tu vida. La responsabilidad es toda tuya. Tu felicidad no depende de tus padres, de tu pareja, de tus amigos, de tu pasado, depende solo de ti.

¿Qué es lo que te tiene paralizado?, ¿el miedo al rechazo?, ¿al éxito?, ¿al fracaso?, ¿al que dirán?, ¿a la crítica?, ¿a cometer errores?, ¿a estar solo?

¡Rompe ya las cadenas que tu mismo te has impuesto! A lo único que le debes tener miedo es a no ser tú mismo, a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, a desaprovechar esta oportunidad de mostrarte a otros, de decir lo que piensas, de compartir lo que tienes. Tú eres parte de la vida y como todos, puedes caminar con la frente en alto. Los errores del pasado ya han sido olvidados y los errores del futuro serán perdonados. Date cuenta de que nadie lleva un registro de tus faltas, solo tú mismo. Ese juez que te reprocha, ese verdugo que te castiga, ese mal amigo que siempre te critica, ¡eres tú mismo! Ya déjate en paz, ya perdónate, sólo tú puedes lograrlo.

¿Cuándo vas a demostrar tu amor a tus seres queridos?, ¿Cuándo te queden unos minutos de vida?, ¿Cuándo les queden a ellos unos minutos de vida?

El amor que no demuestres hoy, se perderá para siempre. Recuerda que la vida es tan corta y tan frágil que no tenemos tiempo que perder en rencores y estúpidas discusiones. Hoy es el día de perdonar las ofensas del pasado y de arreglar las viejas rencillas. Entrégate a los que amas sin esperar cambiarlos, acéptalos tal como son y respeta el don más valioso que han recibido: Su libertad.

Disfruta de tus relaciones sin hacer dramas. Si pretendes que todos hagan lo que tú quieres o que sean como tú has decidido, si pretendes controlar a los que te rodean, llenarás tu vida de conflicto. Permite a otros que tomen sus propias decisiones como has de tomar las tuyas, tratando siempre de lograr lo que es mejor para todos. Así podrás llenar tu vida de armonía.

Y por último, ¿Qué estás esperando para empezar a disfrutar de tu vida? ¿Que se arreglen todos tus problemas?, ¿Que se te quiten todos tus traumas?, ¿Que por fin alguien reconozca tu valía?, ¿Que llegue el amor de tu vida?, ¿Que regrese el que se fue?, ¿Que todo te salga como tú quieres?, ¿Que se acabe la crisis económica?, ¿Que te suceda un milagro?, ¿Que por arte de magia todo sea hermoso y perfecto?

¡Despierta ya hermano!, ¡Despierta ya hermana!, ¡Esta es la vida!

La vida no es lo que sucede cuando todos tus planes se cumplen, ni lo que pasará cuando tengas eso que tanto deseas. La vida es lo que está pasando en este preciso instante. En este momento tu corazón lleva sangre a todas las células de tu cuerpo y tus pulmones llevan oxígeno a donde se necesita. En este momento algo que no podemos comprender, te mantiene vivo y te permite, ver, pensar, expresarte, moverte, reír, ¡hasta llorar si quieres!

No te acostumbres a la vida, no te acostumbres a despertar todos los días y estar aburrido, o malhumorado, o preocupado. Abre tus ojos y agradece todas las bendiciones que puedes ver, agradece tu capacidad de oír el canto de los pájaros, tu música preferida, la risa de tus hijos, si los tienes. Pon tus manos en tu pecho y siente tu corazón latir con fuerza diciéndote: "Estás vivo, estás vivo, estás vivo". "Eres libre, eres libre, eres libre".

Yo se que la vida no es perfecta, que está llena de situaciones difíciles. Tal vez, así es como se supone que sea. Tal vez por eso se te han brindado todas las herramientas que necesitas para enfrentarla: Una gran fortaleza que te permite soportar las pérdidas, la libertad de elegir como reaccionar ante lo que sucede, el amor y el apoyo de tus seres queridos.

Se también que tú no eres perfecto, nadie lo es. Y sin embargo, millones de circunstancias se han reunido para que existas. Fuiste formado a partir de un diseño maravilloso y compartes con toda la humanidad sus virtudes y defectos. Así está escrito en tus genes, en los genes de todos los seres humanos que han existido y en todos los que existirán.

Tus pasiones, tus miedos, tus heridas, tus debilidades, tus secretos y tu agresión, los compartes con todos tus hermanos. ¡Bienvenido a la especie humana! Esos supuestos defectos son parte de tu libertad, parte de tu humanidad.

Si te preguntas ¿Quién soy yo para decirte todo esto? Te contestaré que no soy nadie, soy simplemente una versión diferente de lo que tú eres. Otro ser humano más entre miles de millones, pero uno que ha decidido ser libre y recuperar todo el poder de su vida………

Espero que tú también decidas hacerlo.