lunes, 17 de marzo de 2008

PLEGARIA UNIVERSAL.

Señor, en el silencio de este día que nace, vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza.

Hoy quiero mirar el mundo con ojos llenos de amor, ser paciente, comprensivo, humilde, tolerante y bueno.

Quiero ver detrás de las apariencias, a cada hijo tuyo, como los ves Tú y así poder apreciar la bondad de cada uno.

Cierra mis oídos a toda murmuración, guarda mi lengua de las mentiras y falsedades.

Que sólo los pensamientos que te bendicen permanezcan en mí.

Quiero ser tan bien intencionado y justo que todos los que se acerquen a mí, puedan sentir tu presencia.

Revísteme de tu bondad, Señor y haz que durante esta semana yo sea tu reflejo.

Amén

domingo, 16 de marzo de 2008

Sabiduría Indígena

(Autor de texto: desconocido)

Un viejo cacique de una tribu estaba charlando con sus nietos, acerca de la vida.

Él les dijo:

-Una gran pelea está ocurriendo dentro mío... es entre dos lobos.

*Uno de los lobos es la maldad, el temor, la ira, la envidia, el dolor, el rencor, la avaricia, la arrogancia, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, la mentira, el orgullo, el egoísmo, la competencia y la superioridad.

**El otro lobo, es la bondad, la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la dulzura, la generosidad, la benevolencia, la amistad, la sinceridad, la sencillez, la misericordia, la verdad, la solidaridad, la compasión y la fe.

-¨Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la Tierra."

Los niños pensaron por unos instantes y uno de ellos preguntó a su abuelo:

- "¿Y cuál de los lobos crees que ganará?"

El viejo cacique respondió simplemente...

- "Al que alimentes"...

CONSEJOS DE PADRE A HIJO

Jackson Brown no es un gran pensador, ni un Nobel de literatura. Es sólo un hombre común, un padre preocupado por la felicidad de su hijo que quiso escribir estos simples 'consejos', al momento que éste se iría a estudiar a la universidad, lejos de su casa. Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros de estudio. Tuvo tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos.

Poco tiempo después, ampliado bajo el titulo 'Vivir Feliz', se convirtió en un best seller que lleva decenas de ediciones y millones de ejemplares traducidos a varios idiomas.

Vivir Feliz

Observa el amanecer por lo menos una vez al año.

Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.

Ten un buen equipo de música.

Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.

Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.

Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.

Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.

Maneja autos que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.

Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.

No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.

Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza).

Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa y diciendo: Mi nombre es fulano de tal; todavía no nos han presentado.

Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.

Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.

Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.

Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.

Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas.

Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.

Recuerda el viejo proverbio: Sin deudas, sin peligro.

No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.

Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. (El que no vive para servir, no sirve para vivir).

Concurre a tus compromisos a tiempo.

La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.

Confía en Dios, pero cierra tu auto con llave.

Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también 'el gran riesgo'.

Nunca confundas riqueza con éxito.

No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.

No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.

Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.

Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.

Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.

No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.

No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.

Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.

No confundas confort con felicidad.

Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.

Escucha el doble de lo que hablas (por eso la Naturaleza nos dio dos oídos y una sola boca).

Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.

Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.

Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.

Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.

Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.

domingo, 9 de marzo de 2008

TENER FE...

A.P.P.

Tener fe es ACEPTAR los designios de Dios aunque no los entendamos, aunque no nos gusten. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos.

Tener fe es DAR cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos. La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud al que recibe y al que da.

Tener fe es CREER cuando resulta más fácil recurrir a la duda. Si la llama de la confianza en algo mejor se extingue en nosotros, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo. La creencia en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros.

Tener fe es GUIAR nuestra vida no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.

Tener fe es LEVANTARSE cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.

Tener fe es VER positivamente hacia adelante, no importa cuan incierto parezca el futuro o cuan doloroso el pasado. Quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.

Tener fe es ARRIESGAR todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.

Tener fe es CONFIAR, pero confiar no sólo en las cosas, sino en lo que es más importante... en las personas. Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes. Cierto que "siempre habrá gente que te lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso en quien confías dos veces"

Tener fe es BUSCAR lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar. Andar por fe es que no dejes nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuando tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.

Tener fe es CONDUCIRSE por los caminos de la vida de la forma en que un niño toma la mano de su padre. Es que dejemos nuestros problemas en manos de DIOS y nos arrojemos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación. Fe es que descansemos en él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.

QUE EN TU VIDA HAYA SUFICIENTE FE PARA AFRONTAR LAS SITUACIONES DIFÍCILES, JUNTO CON LA NECESARIA HUMILDAD PARA ACEPTAR LO QUE NO SE PUEDA CAMBIAR.

viernes, 7 de marzo de 2008

EL CAMINO PARA EL AMOR

Sólo cuando estás bien contigo mismo puedes estar bien con los demás.

Sólo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.

Necesitas valorarte para valorar,

Quererte para querer,

respetarte para respetar,

y aceptarte para aceptar,

ya que nadie da lo que no tiene dentro de sí.

Ninguna relación te dará la paz

que tú mismo no crees en tu interior.

Ninguna relación te brindará felicidad

que tú mismo(a) no construyas.

Sólo podrás ser feliz con otra persona cuando seas capaz de decirle bien convencido:

"No te necesito para ser feliz".

Sólo podrás amar siendo independiente,

hasta el punto de no tener que manipular ni manejar a los que dices querer.

Sólo se podrá ser feliz

cuando dos personas felices

se unan para compartir su felicidad,

no para hacerse felices la una a la otra.

Para amar necesitas una humilde autosuficiencia,

necesitas autoestima

y la práctica de una libertad responsable.

Pretender que otra persona nos haga felices

y llene todas nuestras expectativas

es una fantasía que sólo trae frustraciones.

Por eso, ámate mucho, madura,

y el día que puedas decirle a la otra persona

"Sin ti me la paso bien",

ese día estarás preparado para vivir en pareja

Colaboración de Olga Zorely Monasterio. "Sol".

domingo, 2 de marzo de 2008

AMAR

Yo estoy aprendiendo.

Estoy aprendiendo a aceptar a las personas,

aun cuando ellas me decepcionan.

¿Tú sabes amar?

Cuando huyen del ideal que tengo para ellas.

Cuando me hieren con palabras o acciones impensadas.

Es difícil aceptar a las personas como son, no como yo deseo que ellas sean.

Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo...

Estoy aprendiendo a amar.

Estoy aprendiendo a escuchar.

Escuchar con los ojos y oídos.

Escuchar con el alma.

Escuchar lo que dice el corazón, lo que dicen los hombros caídos, los ojos, las manos inquietas.

Escuchar el mensaje que se esconde por entre las palabras superficiales.

Descubrir la angustia disfrazada, la inseguridad enmascarada, la soledad encubierta.

Penetrar la sonrisa fingida, la alegría simulada, la vanagloria exagerada.

Descubrir el dolor de cada corazón.

Poco a poco, estoy aprendiendo a amar.

Estoy aprendiendo a perdonar.

Porque el amor perdona, lanza afuera las tristezas, y cura las cicatrices que la incomprensión y la insensibilidad grabaron en el corazón herido.

El amor no alimenta heridas con pensamientos dolorosos, no cultiva ofensas con lástimas y autocompasión.

El amor perdona, olvida, extingue todos los trazos de dolor en el corazón.

Paso a paso estoy aprendiendo a perdonar, a amar, estoy aprendiendo a descubrir el valor que se encuentra dentro de cada vida, de todas las vidas.

Valor enterrado por el rechazo, por falta de comprensión, cariño y aceptación, por las experiencias duras vividas a lo largo de los años.

Estoy aprendiendo a ver, en las personas su alma, y las posibilidades que Dios les dio.

Estoy aprendiendo, pero ¡cómo es de lento el aprendizaje!

¡Cómo, es de difícil amar Incondicionalmente!

Todavía tropezando, cometiendo errores, estoy aprendiendo…

Vamos a intentar amar a nuestros hermanos como Dios nos ama…